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viernes, 1 de febrero de 2013

XXV Encuentro Antropología y misión

Mundo Negro-Misioneros Combonianos celebró el XXV Encuentro Antropología y misión: "El sueño de la integración" los días 2  3 de febrero con el siguiente Programa:

SÁBADO, 2 de febrero
10.30h Presentación
P. Ismael Piñón (director de Mundo Negro): “El sueño de la integración africana”
10.45h Conferencia
Donato Ndongo Bidyogo (periodista y escritor ecuatoguineano): “De la unidad a la unión africana: Historia de 50 años de integración.”
12.15h Descanso
12.30h Mesa redonda: “El largo camino de la integración africana: luces y sombras”.
Hna. Elisa Kidané (misionera comboniana, Eritrea), Justo Bolekia Boleká (escritor, Guinea Ecuatorial); José Luis Cortés López (africanista, España)
14.00h Descanso
16.30h Conferencia
P. Antonio Villarino (ex director de Mundo Negro), Gerardo González (ex redactor jefe de Mundo Negro): “25º aniversario de los encuentros de antropología y misión”
18.00h Descanso
18.30h Testimonio
Mons. Paride Tabán (obispo emérito de Torit y fundador del Poblado de la Paz de Kurón, en Sudán del Sur): “Toda una vida a favor de la paz y la reconciliación”
19.30h Entrega del Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2012 a Mons. Paride Tabán.
P. Ramón Eguíluz (superior provincial de los Misioneros Combonianos)

DOMINGO, 3 de febrero
12.00h Eucaristía de solidaridad con el poblado de la paz de Kurón (Sudán del Sur).
Animada por el coro Karibu.
Capilla de los Misioneros Combonianos (Arturo Soria, 101).

Al cumplirse el 25º aniversario de los Encuentros de Antropología y Misión, Mundo Negro ha concedido el Premio a la Fraternidad 2012 a Mons. Paride Tabán, que ha dedicado su vida a construir la paz, creando puentes de encuentro, diálogo y reconciliación. Mientras fue obispo de Torit, Mons. Tabán destacó por su
lucha incansable contra la injusticia, la crueldad, la limitación de la libertad y el odio que alimentaron la guerra que durante años sufrió el sur de Sudán. Por ese esfuerzo, Mundo Negro ya le otorgó el primer Premio a la Fraternidad, en 1994. En aquel VIII Encuentro de Antropología y Misión, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar sus palabras quedaron marcados por la claridad con la que denunciaba la situación que estaba viviendo la población del sur de Sudán, oprimida y masacrada por el Ejército sudanés, que buscaba a toda costa la islamización del país. Ordenado sacerdote en 1964, Mons. Paride Tabán fue nombrado obispo auxiliar de Juba en 1980. Tres años después, Juan Pablo II lo puso al frente de la recién creada diócesis de Torit, un pequeño territorio del hoy Sudán del Sur. Durante mucho tiempo vivió como obispo “nómada”, sin casa propia, huyendo de un poblado a otro para escapar de las bombas y acompañar a su pueblo en un
continuo éxodo en busca de un lugar de paz. En febrero de 2004 presentó su renuncia como obispo y se retiró a orillas del río Kurón, una zona llena de colinas en la región meridional de Sudán, cerca de la frontera con Etiopía. Desde entonces se dedica en cuerpo y alma a hacer realidad un sueño, el “Poblado de la Paz”, con la intención de convertirlo en un lugar de esperanza, de paz y de reconciliación.
 
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