Entre todas las metáforas culturales, la del libro como espejo de la realidad es una de las más frecuentes y fecundas, porque pone en contacto directo la vida con el mundo espiritual de los hombres, su capacidad lingüística para aprehenderlo y su voluntad de expresar o imponer una perspectiva a los demás. Desde el primer impulso occidental por expandir las fronteras del universo conocido, los europeos han ido asimilando los nuevos territorios y pueblos con los que entraron en contacto. Lo que en la Edad Media se describió como "maravillas", fue derivando con el tiempo en una concepción utilitaria, de empleo en beneficio propio los nuevos recursos, que se refleja en las numerosas obras funcionales, y cartas de marear, que explanan la geografía y las rutas, y describen la botánica, la zoología y los recursos minerales y agrícolas de los nuevos territorios. El siglo XIX añade a estos libros utilitarios, los cuadernos de las exploraciones –de carácter económico, pero también antropológico o deportivo– y las primeras obras de ficción ambientadas en un entorno que resultaba enormemente exótico y atrayente al lector europeo. Las características de la tardía colonización española de los territorios del golfo de Guinea, hace que abunden en primer lugar las obras extranjeras, apuntes de capitanes como William F. Owen, exploradores como Thomas R. H. Thomson, misioneros como el metodista John Clarke o el lingüista prusiano Wilhelm Bleek. Los diarios de viaje y los esbozos geográficos y militares dejaron paso paulatinamente a los trabajos de los misioneros, como el mencionado Clark o el metodista fernandino William N. Barleycorn, que realizó las primeras gramáticas y diccionarios de lenguas autóctonas. La presencia española a partir de 1845 dio un nuevo impulso a los estudios sobre Guinea con la aparición de trabajos encaminados a la posesión y la explotación agrícola, a la manera de Arnal y Lapuente. Junto a ellos, vieron la luz la primera gramática de la lengua bubi, realizada por el misionero Joanola, y estudios antropológicos y lingüísticos recogidos en La Guinea Española o en las obras antropológicas de Baumann (1888), Tessmann (1913, 1923).
En el siglo XX, entre las décadas de los 20 y los 50 aparecen las primeras obras narrativas coloniales con Guinea como trasfondo: En el país de los bubis (1920), Mobbe (1931), Fang-Eyeyá (1950), Efún (1955), etc. Entre los años 50 y 60 destacan las publicaciones del IDEA y surgen las primeras obras autóctonas –Cuando los combes luchaban (1953), Una lanza por el boabí (1962)–, que conviven con las adaptaciones de la oratura en La Guinea Española. Tras la independencia, la literatura guineana en español se desarrolla en varios momentos diferenciados. El primero se sitúa en los años 80, con la aparición de la Antología de la literatura guineana (1984), el trabajo editorial de Donato Ndongo en el Centro Cultural de Malabo –revista África 2000 y publicaciones del Centro– y las novelas de el propio Ndongo (1987) y de María Nsue (1985). Entre los años 1990 y 2010 se extiende el segundo periodo, marcado por las recopilaciones de Ceiba y Jacint Creus de textos tradicionales, y las publicaciones de Sial/Casa de África: Bolekia, Zamora, Nsue, Mba Abogo, Treviño, etc. y las monumentales antologías de Ndongo, N’gom y Nistal o los estudios de Carrasco.
A través de esta exposición de más de doscientos títulos, seleccionados con criterio temporal, es posible comprender la imparable evolución de Guinea y de su imagen en el exterior, hasta la creación de una identidad propia, llena de originalidad en su condición africana hispanohablante. La exposición viajará en abril al campus de Soria de la Universidad de Valladolid.
Ficha técnica de "La imagen de Guinea a través de los libros"
Exposición organizada por la Asociación Española de Africanistas (AEA), en colaboración con la Fundación Colegios Mayores-Colegio Mayor N.ª S.ª de África.
Fechas: Madrid, 14 al 28 de marzo de 2013
Comisarios: José Ramón Trujillo, Basilio Rodríguez Cañada
Ayudante de comisariado: Ángeles Castillo
Comité Asesor: Carlo A. Caranci, Antonio M. Carrasco, Erika Reuss
Coordinación general: Colegio Mayor N.ª S.ª de África
Diseño y montaje de la exposición: Asociación Española de Africanistas, Sial Ediciones
Impresión digital: Infoprint S.A.
Fotografía digital: Raquel Delgado
Fondos expuestos: Basilio Rodríguez (col. privada), Centro de Documentación Africana (AEA/Colegio Mayor N.ª S.ª de África), Sial Ediciones - Casa de África