Loading...
miércoles, 20 de agosto de 2014

Kingdom of North Sudan: el último reino de África

Por José Ramón Trujillo.  Si hubiera nacido en el siglo XIX, Jeremiah D. Heaton habría formado parte de la nómina de aventureros blancos que sobre un mapa de África localizaban regiones poco conocidas y se lanzaban al viaje para reivindicarlas o, al menos, para obtener la fama y los recursos que la empresa podía reportar. Este estadounidense de Abingdon (VA) entrado en carnes, que fue barrido en las elecciones al Congreso de los EE.UU. del 2010 como candidato independiente por el distrito 9 de Virginia y que posteriormente fue incapaz de hacer carrera política en el Partido Demócrata, se ha hecho famoso en todos los medios de comunicación anglosajones, no gracias a una innovadora campaña, sino al oportunismo de reivindicar una nueva nación en África: the Kingdom of North Sudan.

El pretendido reino de nueva creación corresponde a Bir Tawil (بيرطويل), una zona desértica y deshabitada –salvo por algunos grupos de población nómada– que se encuentra en un limbo administrativo desde hace más de cien años. Bir Tawil es un área trapezoidal de 2.060 km2 situada por debajo del paralelo 22º, que se estableció como frontera entre Egipto y Sudán en 1899. Debido a su aridez y falta de recursos, ninguno de estos dos estados lo ha reclamado/reconocido desde la descolonización. Sí se disputan en cambio el vecino Hala'ib Triangle, situado al norte del paralelo 22º, más amplio y próximo al Mar Rojo, debido a sus posibles yacimientos de petróleo. En 1902 Gran Bretaña alteró la frontera del paralelo 22º en estas dos regiones, para dejar la zona de Bir Tawil en Egipto, ya que sus tribus nómadas de origen egipcio, y en Sudán a las tribus de Hala'ib, de ascendencia sudanesa. Heaton ha aprovechado el desinterés por Bri Tawil y ha abandonado su inexistente carrera política para autoproclamarse monarca del desierto, con la excusa de que «le hace ilusión convertir en princesa a su hija Emily».

Para tomar posesión de su reino, el aventurero estadounidense pidió permiso a Egipto para acceder a la región, realizó un viaje relámpago para hincar una bandera inventada e incluso consiguió hablar con algunos de sus futuros súbditos. En una entrevista desveló que piensa asistir a la próxima conferencia de la Unión Africana para establecer formalmente el reino y declaró que no se considera un colonialista, porque su acción solo quiere mejorar la vida de las personas:
What I am doing is the exact opposite of colonialism. The dictionary defines colonialism as one country taking control of another to exploit its resources or people. Bir Tawil is not a country, it does not have a population, and I don't represent the United States or a corporation.I'm an individual, and I'm not going to dig for diamonds or drill for oil or build a pipeline. What we're doing is designed to improve people's lives.
Como consecuencia de su deseo de favorecer a esa (inexistente) población, ha establecido los pilares de su gobierno: «innovative agricultural production, renewable energy, digital freedom and digital currency». Para llevarlos a cabo ya ha solicitado el concurso de la comunidad científica a través de los medios de comunicación, que lo han convertido en una celebrity.

Es evidente que Heaton no ocupa la zona, no dispone del control permanente sobre ella ni obtuvo el reconocimiento jurídico de Sudán, Egipto o la ONU. La noticia podría pasar como una curiosa serpiente de verano mediática de la que es posible sacar beneficio, o incluso lucubrar sobre la insana fijación con las princesas de un demócrata norteamericano o sobre qué hace la educación de este país con sus jóvenes para que esto suceda. No obstante, el caso obliga a reflexionar seriamente sobre dos puntos verdaderamente importantes.

En primer lugar, Heaton, además de ser granjero, se declara Regional Director de Virginia Electronic Commerce Technology Center, una empresa local de desarrollo de páginas web y comercio electrónico. Disponer de un país es una fuente de posibilidades económicas en el siglo de internet, aunque prácticamente el país no exista, no tenga población que se beneficie o no disponga de ninguna infraestructura de tecnologías de la información y la comunicación. Sabemos por el caso de algunas islas, como Tokelau, que la comercialización de dominios incontrolada legalmente o la desregulación favorecen el enriquecimiento dudoso y la cibercriminalidad. Dos de los cuatro pilares que enuncia Heaton sospechosamente tienen relación con disponer de moneda y de libertad digital. En cuanto a las energías renovables, son susceptibles de recibir ayudas económicas internacionales y Tokelau parece ser también la fuente de inspiración.

En segundo lugar, pero el más importante, se encuentra el aprovechamiento que Heater hace del concepto de terra nullius. Empleado durante la conquista de América y reajustado para favorecer la colonización de África y Oceanía durante el siglo XIX, reconocía exclusivamente a los países occidentales como sujetos de derecho internacional y, por tanto, ser los únicos que podían reivindicar territorios, al margen de las poblaciones autóctonas y sus organizaciones políticas. Durante el siglo XX, varias naciones reinterpretaron el concepto para disputarse algunas islas, como las Senkaku, o reivindicar territorios despoblados, como Groenlandia o la Antártida. Salvando todas las distancias, reivindicar una región unipersonal en África trae a la memoria el recuerdo del filántropo Leopoldo II de los Belgas, quien con el fin de promocionar la paz, la civilización, la educación y el progreso científico, disfrutó del État Indépendant du Congo como una verdadera propiedad privada convertida en terrorífica empresa comercial.

Aun cuando Jeremiah I of North Sudan se acerque más a Nicolás I, rey del Paraguay y emperador de los mamelucos, que a Leopoldo II, la White Audacity del «papi» que hace lo impensable por cumplir los sueños de su hija, arroja sal sobre la herida en carne viva de la descolonización y las actuales situaciones de neoimperialismo.


Saber más:
» Mapas y cartografía de Bir Tawil
» Jeremiah Heaton en la TV 
» The Washington Post 
» The Guardian 
» The Telegraph
» Al Jazeera

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Toggle Footer
TOP