El Cairo, 12 nov (EFE).- No representan a sus gobiernos en el extranjero ni son conocidos por sus relaciones diplomáticas, pero los hispanistas árabes pueden ser los mejores "embajadores" de la cultura hispana en su región, donde el español está cada vez más presente. Muchos de ellos —la mayoría procedentes de Marruecos, Argelia, Túnez y Egipto— se han reunido esta semana en El Cairo en el primer Congreso de la Asociación de Hispanistas Árabes.
"Hay muchas terminologías que provienen del árabe como azúcar (sukar en árabe), aceite (zeit), (el río) Guadalquivir (Oued El Kabir, que significa río grande) u ojalá (inshallah, que quiere decir 'si Alá quiere')", afirma a Efe la recién elegida presidenta de la Asociación de Hispanistas Árabes, la egipcia Nagwa Gamal Mehrez. De la misma manera que el árabe dejó su huella en el español, la lengua de Cervantes también se está expandiendo en el territorio árabe de Oriente Medio y, sobre todo, del Norte de África. "En Marruecos hay cerca de cinco millones de personas que hablan español, se enseña como segunda lengua extranjera más importante e incluso se puede ver la televisión española", sostiene Sabia.
La función de "embajadores" de estos hispanistas árabes va más allá de promover la cultura hispana en sus países y también funciona en la dirección contraria. Sienten como deber propio mejorar la visión que se tiene en Occidente del inmigrante y los países árabes. "Desde el 11 de septiembre (de 2001), la imagen de todo el mundo árabe o islámico en general podemos decir que cayó, y consiguió cambiar la muy buena visión que se tenía de ella por otra fatal, y por eso estamos intentando mejorar las relaciones", subraya Mehrez.
Esta misión también la hace propia el escritor español y presidente de la Asociación Española de Africanistas, Basilio Rodríguez, quien en varias de sus obras se ha ambientado en el mundo árabe y africano. Defiende en unas declaraciones a Efe:
"Nosotros hacemos lo que hay que hacer para que el español crezca en el mundo árabe", señala a Efe el expresidente de la asociación, el marroquí Said Sabia, que añade, sin embargo, que necesitan más ayuda, por lo que le gustaría que "España se implicara un poquito más en este tipo de cosas".Durante tres días de conferencias y debates, que finalizan hoy, decenas de hispanistas de esta región se han reunido para discutir en español sobre temas como la influencia árabe en la poesía hispana o incluso en la vida social de la España actual, o también sobre la utilización de arabismos en la lengua española. Pero la mirada de estos expertos no solo se dirige hacia la península Ibérica, como muestran varias de las conferencias en las que se abordan, entre otros temas, la influencia de la cultura y la lengua árabe en el mundo rural de Argentina o en la prensa hispanoamericana.
"Hay muchas terminologías que provienen del árabe como azúcar (sukar en árabe), aceite (zeit), (el río) Guadalquivir (Oued El Kabir, que significa río grande) u ojalá (inshallah, que quiere decir 'si Alá quiere')", afirma a Efe la recién elegida presidenta de la Asociación de Hispanistas Árabes, la egipcia Nagwa Gamal Mehrez. De la misma manera que el árabe dejó su huella en el español, la lengua de Cervantes también se está expandiendo en el territorio árabe de Oriente Medio y, sobre todo, del Norte de África. "En Marruecos hay cerca de cinco millones de personas que hablan español, se enseña como segunda lengua extranjera más importante e incluso se puede ver la televisión española", sostiene Sabia.
La función de "embajadores" de estos hispanistas árabes va más allá de promover la cultura hispana en sus países y también funciona en la dirección contraria. Sienten como deber propio mejorar la visión que se tiene en Occidente del inmigrante y los países árabes. "Desde el 11 de septiembre (de 2001), la imagen de todo el mundo árabe o islámico en general podemos decir que cayó, y consiguió cambiar la muy buena visión que se tenía de ella por otra fatal, y por eso estamos intentando mejorar las relaciones", subraya Mehrez.
Esta misión también la hace propia el escritor español y presidente de la Asociación Española de Africanistas, Basilio Rodríguez, quien en varias de sus obras se ha ambientado en el mundo árabe y africano. Defiende en unas declaraciones a Efe:
"Se está presentando (al pueblo africano) como una amenaza, en el sentido de que vienen a invadirnos, a traspasar nuestras fronteras, cuando en realidad lo que están tratando es de salir adelante, de buscarse un futuro".En el caso concreto de las relaciones culturales españolas con el mundo árabe, Rodríguez echa la vista atrás y destaca: "Somos pueblos hermanos que compartimos historia y civilización". Este sentimiento de fraternidad se refleja, como se ha visto en estos tres días de congreso, en las actuales sociedades árabes e hispanas, orgullosamente representadas por estos "embajadores lingüísticos y culturales". EFE
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